AL ATARDECER
AL ATARDECER
Has llegado hermano Atardecer a mí y has sembrado de calma todos los rincones de mi ser, y has llenado de penumbra serena y quieta las inquietudes que durante el día volaban en mi mente.
Mirándote me siento hacia dentro y enciendo la luz de mi corazón para alumbrar el jardín de mis sueños y pasear por él alejado de toda inquietud, de toda superficialidad, de toda nostalgia, de toda esclavitud hacia los sentidos de mi vehículo planetario.
Hermano atardecer, entre tus manos me adormezco como se va adormeciendo la luz del sol sobre las montañas y va inundando el valle de un tono violeta.
Hermano Atardecer, lleva mi quietud y mi paz a todos los corazones que ahora te viven y te contemplan.