HAY PLANTAS
Hay plantas cuya vida es corta
porque sus raíces son poco profundas.
Por ello poco pueden mantenerse
después de un período de sequía.
Asimismo existen yos poco profundos
en la mente de los hombres
que se disgregan
apenas dejamos de prestarles atención.
También hay yos viejos como palmeras
en la mente de los hombres
y tan fuertes como robles y encinas.
Hay yos tan bellos
como bellos son los almendros en flor
cuando llega la primavera.
Los hay tan delicados como el árbol del amor.
Hay yos parecidos a las buganvillas
que nacen en los balcones de la conciencia y necesitan muchos cuidados.
El sabio hace de su interior un jardín
donde todo está puesto en su lugar
según su voluntad.
Y en ese jardín pasa la eternidad de sus días y sus noches.
Si a una planta se le riega
a cada instante
poco se esforzará la raíz
buscando el agua en el hondo de la tierra.
Así, poco a poco, se vuelve perezosa.
Y si algún día
no recibe el agua que necesita,
se marchita y se seca.
El sabio sabe esto
y da el agua necesaria a la planta
hasta que, por sí sola,
es capaz de tomarla
de las profundidades de la tierra.
Asimismo actúa el sabio
cuando educa a un espíritu joven.