PERO CUÁNTAS LUNAS
¿Pero cuántas lunas
pasarán antes de que mil hombres
maduren por sí mismos?
¿Y cuántas estrellas desaparecerán en el cielo
antes que la Mano de la Vida
les ponga una meta común?
El sabio sabe esperar el momento
y no cambia nada de su sitio.
Antes bien,
contempla como se evoluciona a sí mismo.
Observar cómo crece la hierba
es muy útil para el espíritu.
Observar cómo nace una flor
es aún más útil para comprender el sentimiento.
Meditar sobre el correr del agua de un río
fortalece la comprensión del tiempo.
Sentir cómo pasan las estaciones
y comprobar sus efectos
es necesario para comprender la vida
y sacarle fruto a cada una de sus partes
Y así el sabio, mirando a la Naturaleza,
saca la enseñanza eterna.
La que guía sin imposición.
La que realiza sin ruptura.
Un día tras otro
la Vida nos pone delante
lo que hemos de trascender
aprendiendo.
Un día tras otro,
en este Río del Tiempo,
no sabemos lo que traerá
consigo el anzuelo
que echamos al agua.
A veces nos trae la esperanza,
otras la desesperanza,
pero todo está compensado
en el Río del Tiempo.