¿QUIEN HA OÍDO?
¿Quién ha oído el canto de un ruiseñor sin admirarse?
¿Qué mortal no se ha sentado frente al mar sin sentir respeto?
¿Cuántos no se inclinan ante la majestad de las montañas o la infinidad del cielo?
Y todas estas cosas son producto de una Sola Cosa,
por eso el sabio, viéndolas a ellas, no ve sino a esa Sola Cosa que les da sostén.
Ser fragante como el jazmín
es todo un arte para el espíritu.
Ser humilde como la flor del romero
es todo un arte para el espíritu.
Ser agradable como la flor del manzano
es todo un arte para el espíritu.
Ser sincero como la flor del almendro
es todo un arte para el espíritu...
Mover a mil hombres
por la fuerza y el miedo
es una meta fácil.
Mover a mil hombres
por el sentimiento
es una meta loable.
Mover a mil hombres
por el conocimiento
es la meta de todo sabio.