TÚ, HERMANO INVISIBLE
Tú, hermano invisible que recorres conmigo el camino de esta vida. Que puedes entrar y salir sin permiso en mis adentros y jugar con mis pensamientos más ocultos.
Tú, hermano invisible que jugabas conmigo en la infancia y después venías a mí en los días de la juventud sembrándome de ideas altruistas.
Tú, hermano invisible que en la madurez me recuerdas cada día mi deber para con la propia vida y para con los seres que ésta pone junto a mi camino.
Tú, hermano invisible que esperas que mi cuerpo se vuelva ajado y trascendido para que te vuelva a ver directamente, y pueda volver a jugar contigo. Y junto a ti pueda volver a volar libre más allá de este cielo y de estas estrellas por los caminos que tantas veces hemos paseado entre Sirio y Orión.