VEN
Ven y sube conmigo donde sólo exite la Soledad completa, y toma mi mano de amor y silencio hasta sentirte tú.
Ven y anda conmigo, a mi lado, y busquemos lo que encierran las formas, y veamos lo que hay detrás del vibrar de la voz y detrás del mirar de los ojos y detrás del papitar de la sangre. Veamos aquello que no ven los ojos porque es demasiado real.
Ven y sueña conmigo y que no te lo impidan las ideas ni las culturas hechas por los hombres ni te lo impidan los condicionamientos que crea el miedo y la incertidumbre.
Ven y sueña conmigo más allá de los montes enlazados por los siglos y más allá de los ríos encauzados por los rencores, y más allá de nosotros mismos, subiendo donde no sube el aire.
Ven y vuela conmigo, junto a mí, en el aire que envuelve a las estrellas y las enlaza unas con otras haciéndolas una sola cosa. Allí sólo vuela el espíritu porque sólo él tiene las que hacen flotar en este hálito de la vida.