EL LENGUAJE DE LA VIDA |
Hubo un tiempo oscuro sobre la Tierra, alrededor del siglo XX, en que los hombres olvidaron El Lenguaje de los Pájaros, con el que se entendían con todo cuanto existía a través de las diferentes formas..... y esa época fue de oscuridad y violencia sobre la Tierra.
Le preguntó un ser humano a otro que era sabio:
¿Por qué ángulo puedo yo salir de una habitación cerrada?
Y el otro le respondió:
Por el ángulo del pensamiento.
Un gorrión le dijo a otro:
nunca, en toda mi larga vida junto a ti, te he visto criticar a nadie. ¿Por qué?
Y el gorrión le respondió:
Si critico a alguien, estoy descubriendo mis propias debilidades.
Le preguntó en cierta ocasión un discípulo a su maestro:
¿Dónde puedo contemplar mi interior?
Y él le respondió:
Cada uno de los que te rodean es un espejo donde puedes mirarte en tu interior de un forma determinada y en una faceta distinta.
Estaban discutiendo una rana con otra, porque una decía:
La vida está en nuestros ojos. Y la otra le contestaba: La vida está fuera de nuestras miradas.
Y la primera, tapándole los ojos a la segunda, le decía:
¿Ves?. Ahora se ha ido la vida de ti.
Le preguntó una oruga a una mariposa: ¿Qué hay al otro lado del Silencio? ¿Por qué mi vista no alcanza a traspasar la muralla que me pone este cuerpo?
Y la mariposa desapareció de su presencia y al momento volvió a aparecer ante su presencia. Y le dijo:
¿Sabes donde he estado?
Y la oruga le respondió:
No, no sé donde has estado, porque de pronto te has vuelto nada ante mis ojos.
Y la mariposa le dijo:
Simplemente, me he elevado en el aire que respiras por un ángulo que tú no alcanzas a comprender. Le solemos llamar entre nosotras otra dimensión o Tercer Plano de Existencia. Y fíjate lo inmenso que es El Todo, que aún hay otras muchas dimensiones que no se alcanzan a contar.
Y la oruga, cada vez más maravillada, le dijo:
Siento celos de ti, porque libremente ves cosas que para mí están vedadas. Siento celos de ti, porque dominas mi tiempo y juegas con él como juega el aire con una hoja seca. Dime: ¿qué he de hacer para llegar a donde tú estás?
Y la mariposa le contestó:
Yo no hice nacía por ser así. Simplemente, un día me desperté y ya era como soy. Igual te pasará a ti.